"Las razones para reír son efímeras y reconfortantes.
Permanecen en la superficie del mar del nuestros
pensamientos a la espera de la mínima vibración para estallar.
Una sutil dilación de centelleos color marfil que nacen del pecho para morir en los labios con un cosquilleo gratificante.
Sin embargo, las razones para llorar subyacen del fondo de aquel mismo océano cuando nuestro corazón amenaza con tormenta.
Cuando ya no puede más.
Pensamientos redundantes que enturbian nuestro alma y que en ocasiones...
Emergen de la oscuridad."
A.V. Cardenet
Autora de la novela "El corazón del lobo negro"